domingo, 29 de enero de 2012

Salmón en salsa rosa

Ingredientes: (Fácil - T: de 30' a 45')
  • 1 rodaja de salmón por comensal ( a ser posible sin piel ni espinas)
  • Unas 5 colas peladas de langostino o gamba (por comensal)
  • Caldo de pescado (ver receta)
  • Tomate frito casero o de bote
  • Aceite, sal, pimienta y 1 cs de harina.
Preparación:
  1. En una cazuela calentamos el aceite y rehogamos las colas de los langostinos hasta que tomen color. Con una espumadera las retiramos y las reservamos.
  2. En el aceite de la cazuela, añadimos la harina y con una espátula de madera mezclamos bien. Bajamos el fuego y añadimos el caldo ( un vaso grande para cuatro rodajas). Mezclamos muy bien rascando el fondo para que la salsa no se pegue ni se formen grumos. 
  3. Añadimos un buen chorretón de tomate frito para que la salsa adquiera el bonito color rosa que la caracteriza.
  4. Cuando empiece a hervir, añadimos los trozos de salmón ligeramente salpimentados. En cuanto empiece de nuevo a hervir, bajamos el fuego, añadimos los langostinos,  sacudimos la cazuela, de vez en cuando, cogiéndola por las asas y contamos unos 15' máx. o hasta que el salmón esté cocido en su punto. Rectificamos de sal y tomate frito y servimos con guarnición.
NOTAS:
  • Mi guarnición preferida para acompañar este plato es una patata cocida al vapor y cuarteada, en compañía de un montoncito de espinacas pasadas por agua, justo con unos trocitos de mantequilla, sal y pimienta recién molida por encima. Los sabores se complementan a la perfección y el plato queda muy vistoso por el contraste de  colores: rosa, verde y blanco.
  • Si queremos darle un toque francés al plato, en vez de rehogar la harina en el aceite, la podemos incorporar al final de la cocción bien trabajada y trabada con un buen trozo de mantequilla (beurre manié)
  • Conviene servir este plato con una guarnición que absorba la salsa y atempere el sabor del salmón. Las guarniciones más comunes son el arroz blanco o tres delicias, los guisantes, las judías verdes, cualquier tipo de pasta fresca o no, ñoquis, puré de patata, quenelles al natural, etc. Sólos o combinados entre sí.
  • El sabor a tomate debe estar presente en la salsa pero sin avasallar al resto.
  • Es sorprendente, pero, esta salsa con otro tipo de pescado, ya sea blanco o azul, no mejora en absoluto.

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